EL AÑO 2021 EN TODO SU ESPLENDOR

Este año, en la mente de todos nosotros, estaba llamado a ser “el año del fin de la pandemia”, aunque muy pronto nos dimos cuenta de que esto parecía que formaba parte de nuestros anhelos, de nuestros deseos, pero no de la realidad. La realidad siempre es tozuda, en muchas ocasiones cruel y la mayoría de las veces simplemente realidad, aquello que puede que no nos convenza pero que es lo que tenemos delante de nuestros ojos y no podemos cambiar.

Pero el año, no solo estaba destinado a traernos “más pandemia”, también estaba dispuesto a sorprendernos con múltiples acontecimientos que todavía estaban por llegar. Y así, tal y como discurre la historia de cualquier año, comenzó a sorprendernos desde su primer mes de vida.

Cuando en España nuestros niños saltaban de alegría al comprobar todos los regalos que le habían traído los Reyes Magos, una panda de locos irresponsables, alentados por un no menos tarado presidente, asaltaron el Capitolio de Washington. No estábamos acostumbrados a que desde los Estados Unidos de Norteamérica nos llegasen estas imágenes, a que mostrasen esta tremenda fragilidad, a que se vislumbrase quizás una debilidad que antes no percibíamos pero que amenazaba con convertirse en habitual y que parecía estar mostrándonos que la superpotencia americana estaba pasando apuros. El púgil chino, ruso, iraní parecía que estaba ganando a los puntos al Tío Sam pero amenazaba con noquearlo. Eran imágenes para el análisis.

Un día después del asalto al Capitolio, el día 7 de enero, comenzó a nevar en Madrid y otras ciudades y, a pesar de que nuestros meteorólogos llevaban casi un mes avisándonos de que se produciría la nevada del siglo, no hicimos caso alguno. ¿Por qué nos ocurrirá esto a los españoles?. ¿Estaremos aquejados de una sordera selectiva que no nos permite escuchar lo importante?. La cuestión es que había llegado “Filomena” y nos atacó con toda su virulencia. Durante dos días vimos como caía la preciosa nieve que cubría de blanco nuestra ciudad, después como la cubría más y más, y ya llegó un momento en que comenzamos a preocuparnos. Nuestra carretera de circunvalación M40 se colapsó y, nuevamente, pudimos observar como nuestros militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) tuvieron que aparecer para rescatarnos, como ya va siendo habitual. Esta unidad militar, creada en tiempos del presidente Zapatero, se ha convertido por méritos propios en un ejemplo para el resto del mundo y muchos países la han replicado en sus Fuerzas Armadas.

 

Filomena, puso de manifiesto algo importante y es lo poco preparados que estamos para las emergencias. No somos un país de planificación, y mucho menos de prevención o anticipación. Esto quedó demostrado durante las nevadas y después de ellas, donde el espectáculo se convirtió en mucho más vergonzoso, con una ciudad colapsada durante muchos días y una incapacidad total y absoluta de nuestras autoridades para sacarnos de este lio de características naturales. Ahí apareció nuevamente la imaginación, la solidaridad, la ayuda vecinal y el ingenio, como no, generándose un nuevo negocio, el alquiler de “palas”, el producto más buscado.

La pandemia continuaba machacándonos con dureza, atacándonos sin piedad y causando ya millones de muertos, sobre todo ancianos, los más vulnerables ante este fatídico y maldito “bicho asesino”. Creo que lo que quedó más patente para todos fue nuestra tremenda fragilidad. Vivíamos en una sociedad del bienestar, sobre todo los países del mal llamado Primer Mundo, que se había desestabilizado, parecía que un tsunami hubiese atravesado el mundo y lo hubiese dejado todo patas arriba. Todos acusábamos ya cierto cansancio, ciertas ganas de que se terminasen las restricciones, y afloraban muchos comportamientos, sobre todo de algunos jóvenes, muy insolidarios, situando la juerga por encima de todo, incluso de la vida de sus familiares. Esta crisis, generada por el COVID-19, sacaba de nosotros lo mejor y lo peor.

Para la lucha contra la pandemia arrancó de inmediato la campaña de vacunación española. La cosa apuntaba a desastre, arrancamos sin estrategia alguna y evidenciando que somos un país compuesto por 17 “Reinos de Taifas”, donde cada uno toma una decisión distinta, aunque el enemigo sea el mismo, y actúe de igual modo en todas las provincias. Parecemos un “gallinero” donde no hay ley ni orden y trasladamos al exterior una imagen muy compleja de entender. El Presidente Sánchez prometía que en el mes de julio estarían vacunados el 70 % de los españoles y al día siguiente no se podía continuar con la campaña porque no teníamos vacunas suficientes. Menos mal que, además de políticos nefastos, tenemos unos profesionales de la Sanidad ejemplares y un “Comité de Expertos” que nos están sacando de este lío.

La pandemia también nos trajo imágenes nunca vistas, los estadios de fútbol, las canchas de baloncesto y otras instalaciones deportivas sin público. Triste era ver los partidos de fútbol sin espectadores, triste y surrealista, porque los estadios han nacido para estar llenos de personas. Triste era ver las carreras de motos o la fórmula uno sin espectadores, pero era lo que nos tocaba vivir, lo de la mascarilla y demás ya lo teníamos asumido, ya parece que hubiese estado con nosotros toda la vida.

El 9 de enero, el Sr. Biden juró su cargo como el Presidente de los Estados Unidos número 46, y nos trajo también una agradable novedad, la Sra. Kamala Harris se convertía en la primera mujer Vicepresidenta de los Estados Unidos. Perdónenme por no haber dicho la “primera mujer negra”, pero es que no me parece nada relevante, y lo que si me parece muy relevante es su carrera profesional plagada de éxitos y habiendo ocupado puestos de mucha responsabilidad. Esto es lo que tiene llegar a los puestos por mérito y no por número, efecto cremallera o género.

Nuestro Sr. Biden llegaba con muchas expectativas para todo el mundo, parecía el “super presidente” mundial que reorganizaría los EE.UU y que acabaría con las locuras que había iniciado su antecesor, Donald Trump. La verdad es que yo no me lo creí en aquel momento y sigo sin creérmelo a la hora de escribir este artículo, un año después, porque el país, el sistema, está por encima de los presidentes y estaba claro que su política, aunque se adornase con otros ornamentos, iba a ser una política continuista.

Tras un mes de febrero más tranquilo, el 23 de marzo recibimos otro varapalo a nuestra estabilidad, el buque Ever Given atascó el Canal de Suez. Nadie había pensado nunca en que esto podría ocurrir y de repente nos encontramos con la imagen del desastre, que vino a complicar aún más la complicada logística post pandémica del año. Pudimos observar lo extremadamente frágil que es nuestra cadena de suministros, la logística mundial, y lo fácil que es “estrangularla” si atacas a determinados puntos del planeta o alteras deliberadamente sus condiciones. Si, he utilizado el término deliberadamente, porque creo que comenzaban a suceder cuestiones que podían ser casuales o intencionadas.

El mes de abril nos despertó abruptamente de nuestro sueño. A esta altura del año no nos podíamos imaginar que una bestia, porque llamar persona o padre a este miserable es no hacer honor a la realidad, sería capaz de llevarse a sus propias hijas, Anna y Olivia. Tomás Gimeno, el miserable padre se llevaba a estas dos criaturas y decidía que toda España, y en especial la madre, deberían prestar atención a sus cobardes hazañas. Todos los días venideros nos acostábamos pensando en una solución feliz, pero con la sospecha de que algo trágico podía haber sucedido.

Mayo nos sorprendió con el inicio de la retirada de las tropas americanas de Afganistán. Nuestras mentes no estaban preparadas para ver al Tío Sam retirarse de ningún lugar. Antes se habían retirado los rusos con el “rabo entre las piernas” y ahora nos tocaba ver a los nuestros, porque ese era nuestro bando, el de los yankis, y con ellos nos íbamos todos. La verdad es que hacía algún tiempo que se podían observar signos de debilidad de “papa yanki” y el presidente Trump se encargó de escenificarlos perfectamente, pero este era un ejemplo peligroso. La Unión Europea, como siempre, “a por uvas”, esperando que nos dijeran qué teníamos que hacer, una pena.

El día 4, la candidata del PP, la Sra. Ayuso vence en las Elecciones Autonómicas de Madrid con una mayoría amplia, sorprendiendo a todos, incluso a los de su partido. El discurso en el balcón de Génova fue en clave nacional y no autonómica, y parece que se avecine una tormenta en el seno del partido, una tormenta por convertirse en líder para comandar el partido, algo que nadie esperaba pero que ya estaba ahí.

Un efecto inmediato de esta victoria es que la figura dominante de Unidas Podemos, el cada vez más discutido Secretario General y Zar, Pablo Iglesias, abandonó la política para dedicarse a sus labores. Parece que estos resultados fueron la gota que colmó el vaso, y como dicen los que de esto entienden “es mejor irse cinco minutos antes de que te echen”. Su huida, su abandono del buque, tal y como hiciese aquel famoso capitán Francesco Schettino, ¿lo recuerdan?, aquel que primero chuleo pasando su crucero, el Costa Concordia, cerca de la costa y que cuando encalló saltó el primero a las piedras para salvarse, hizo que surgiese una nueva figura para liderar este partido, Yolanda Diez, que amenazaba con cambiar el partido del cambio.

El 11 de mayo un nuevo sobresalto, Israel bombardea Gaza y se genera una vez más un foco de tensión entre árabes e israelíes. Por supuesto, tan rápido como las bombas comenzaron a rugir las mentiras de uno y otro bando, así como las de sus adeptos o enemigos en todo el globo terráqueo. Estos dos enemigos históricos no dejan indiferentes a nadie y siempre generan tensión en el resto del mundo, no solo en su territorio.

Como nunca hay dos sin tres, el 17 de mayo, sufrimos una avalancha de inmigrantes marroquíes sobre las ciudades de Ceuta y Melilla. Fue duro comprobar como la mayoría eran jovencitos, muchos menores de edad, que habían sido engañados para provocarnos un problema migratorio y de imagen internacional. Marruecos, como siempre, provocando situaciones de conflicto con España, tal cual como una “mosca cojonera”, pero con un objetivo claro, siempre el mismo, obtener algo a cambio y dañar la imagen de nuestro país. El Gobierno del Reino de Marruecos es experto en generar situaciones “delicadas” con su vecino español y mucho más después de que el presidente Trump les mostrase su apoyo en el asunto no resuelto del Sahara. Aunque lo que realmente pudimos observar fue que ellos ganaban apoyos internacionales y nosotros dudábamos de tener hasta los de nuestros aliados de la UE o la OTAN.

Pero antes de finalizar nuestro mes de mayo todavía ocurriría algo impresionante, algo que pasó poco menos que sin pena ni gloria, pero que yo consideró fue un asunto muy grave. Bielorrusia desvía un avión en vuelo y lo hace aterrizar en su territorio para así poder detener a un opositor. Y saben qué ocurrió, pues nada, todo el mundo protestó, pero nadie hizo nada, se lo recuerdo por si lo han olvidado.

El décimo día del mes de junio se produce la noticia que todos sospechábamos podía suceder, pero no queríamos que sucediese, aparece el cuerpo sin vida de la niña Olivia. Aparece en el fondo de los mares, donde descansaba después de que esa bestia salvaje, que le había tocado como padre, hubiese decidido que la mejor forma de calmar su rabia era asesinando a sus hijas. El “Ángeles Alvariño” había cumplido con su misión y ahora podrían entregársela a su madre para que la enterrase dignamente. Una tragedia que, como otras, nos recuerda que en el mundo existen animales dispuestos a hacer lo que sea por satisfacer su rabia, sus instintos, su maldad.

Nos estábamos acercando al tan esperado verano, todos estábamos un poquito cansados por efecto de la pandemia y de las medidas restrictivas, algunas demostrativas de que existe poca profesionalidad y mucha improvisación. Cuando la profesionalidad no aflora y se posee el poder, se tiende a abusar del mismo con cierta facilidad.

Apenas habían transcurrido tres días del mes de julio cuando unos cobardes indeseables asesinaron a un pobre chico, Samuel, en mi tierra, en A Coruña. Parece que, para los crueles asesinos, varios cobardes que actuaron en manada, su único delito era ser homosexual, algo que estos desgraciados no pueden soportar ya que atenta contra su virilidad, contra su hombría. Estas ratas decidieron segar la vida de Samuel con brutalidad y no permitirles a sus familiares continuar disfrutando de el, de un maravilloso chaval que no merecía este fin. Intentó ayudarle un inmigrante sin papeles, un senegalés que arriesgó su vida para intentar salvar la de Samuel. Otra rotura de estereotipos para aquellos a los que su mente no les funciona muy bien.

Que pena mas grande cada vez que uno tiene que asistir a estos episodios. Este en particular, como otros que se han producido en el año, pusieron de manifiesto que tenemos un problema muy grave y que no queremos abordar, a veces incluso ni queremos hablar de ello, el de la violencia juvenil, que ha llegado en varias ocasiones a provocar víctimas mortales o heridos de gravedad. Tenemos una parte de la juventud muy violenta, sin valores, absolutamente protegida por una legislación demasiado generosa y con altos consumos de todo tipo de sustancias y esto, como no, no puede más que producir estos sucesos. Esperemos que el año 2022 sea un año de reflexión sobre este asunto.
Este despertar del verano también lo fue del despertar de Cuba. Los isleños cubanos comenzaron a protestar contra su Gobierno, contra el hambre y la falta de libertad. La respuesta de esta democracia, porque así tienen la desfachatez de catalogarla algunos, que incluso la sitúan como ejemplo de la lucha por la libertad, fue la represión y el encarcelamiento de numerosos de los participantes en las manifestaciones y algún muerto o “desaparecido”.

Con el veranito, y las buenas temperaturas, nos llegaron las Olimpiadas de Tokyo, atípicas, con poco público y muchas medidas de control contra el “bicho”, pero que en lo deportivo nos trajeron muchos records, mucho esfuerzo de los deportistas que no habían tenido tiempo para prepararse como en condiciones normales, mucho ingenio para entrenar mientras estaban confinados, y bastantes medallas para nuestra Delegación.

En los primeros días del mes de agosto los talibanes avanzaban hacia la capital tan a prisa como los americanos se retiraban y el Ejército de Afganistán huía, tomaron Kabul, todo menos el aeropuerto, donde se agolpaban las fuerzas multinacionales para abandonar el país. Hasta el día 30 de este mes pudimos observar una retirada vergonzosa que nos recordaba las imágenes de los americanos huyendo de Vietnam. Pero estas imágenes eran peores que aquellas, porque detrás estaba la impotencia de los Estados Unidos por parar a sus enemigos, no los talibanes, los chinos y los rusos. Aquellas imágenes parecían presagiar un cambio de ciclo histórico, la caída de una potencia para instalarse otra, u otras, en lo alto del pódium mundial.

Llegó septiembre y aquí si que se elevaron las temperaturas. El día 29 el volcán de Cumbre Vieja comenzó a vomitar lava. Era un espectáculo dantesco observar como la lava incandescente arrasaba los preciosos parajes de la Isla Bonita y dejaba sin vivienda, y con un futuro incierto, a miles de sus habitantes. Todos nos solidarizamos de inmediato con la isla, aunque no sabíamos muy bien en que podíamos ayudar para intentar paliar esta desgracia.

En el mes de octubre pudimos observar como políticos de todos los partidos viajaron a La Palma a prometerles de todo, dinero, viviendas, ayudas, etc. Me imagino que algunos enmarcarán su fotografía con el lema “Yo estuve en La Palma” y yo completaría el lema para que fuese “Yo también estuve en La Palma para no hacer nada”. Pero para contrarrestar esto, y muy a pesar de todos ellos, apareció la solidaridad, aparecieron los voluntarios, de todo tipo, y, otra vez más, nuestra UME, dispuestos a darlo todo por ayudar a sus compatriotas. Gracias nuevamente a vosotros y a todos los españoles que ayudaron en estos difíciles momentos a nuestros queridos palmeros.

En octubre se produce una noticia que algún día tenía que llegar pero que nos dejaba muy tristes a los amantes del deporte, Pau Gasol abandona el baloncesto profesional. Se nos marchaba una leyenda del baloncesto nacional e internacional, pero se había ganado un merecido descanso para dedicarse ahora a lo que le plazca. Muchas gracias Pau por todas las alegrías que le has dado a este país, por todos tus éxitos, has sido el estandarte de muchos chicos que te han visto como un ejemplo a seguir y de muchos españoles que, como yo, hemos vibrado con tus lecciones de baloncesto.

Y en noviembre aparece una nueva variante del COVID, la “Omicron”. Esta se transmite mucho más rápidamente, pero parece que con menos daños a la persona y mucha menos mortalidad. Otra vez señores estábamos ante una mutación de este asqueroso “bicho” que se ha propuesto no dejarnos vivir en paz, no dejarnos descansar ni un minuto, aunque yo creo, sinceramente, que está perdiendo fuerza y sabe que le vamos a vencer. En cuanto a los políticos continuaban como siempre, tomando medidas sin planificación alguna, y esto después de tanto tiempo. No han aprendido nada.

También en este mes el consejo de Inditex aprobó el nombramiento de Marta Ortega como presidenta de la compañía, sustituyendo a Pablo Isla. El monstruo textil, empresarial e inmobiliario quiere llevar a cabo una sucesión que será efectiva a partir del 1 de abril de 2022. Las cosas parece que se desarrollan con tranquilidad, pero créanme si les digo que creo que no será así y veremos en un futuro cercano cómo es de consistente esta sucesión. A priori parece un padre que confía en su hija, pero los mercados tendrán que decir si coinciden con el o no.

El mes de diciembre podríamos denominarlo “el mes que los nacionalistas de ERC quisieron utilizar a NETFLIX en su estrategia de avance. Yo aprendí gallego sin necesidad de plataformas, pero ERC considera que las plataformas tienen que emitir un porcentaje en su lengua. Estas estupideces, y otras más gordas, son típicas de estos individuos y partidos que solamente quieren debilitar al gobierno central y a nuestro país. Aunque tengo que decir que existen otros, los nacionalistas vascos de Bildu y otras organizaciones, que se han dedicado en este año a festejar la llegada a sus pueblos de los presos excarcelados de ETA. Esto que, a priori, podría parecer algo que no se podría prohibir ya que entra dentro de la libertad individual de cada uno festejar lo que quiera, incluso la llegada de unos desgraciados, toma un cariz diferente cuando observamos que las víctimas y sus familiares no pueden realizar ningún acto porque inmediatamente son criticadas, atacadas o agredidas por los mismos y sus secuaces. Los verdugos convertidos en los buenos de la película, algo inaceptable pero que está siendo promovido por muchas instancias como un paso inevitable para vivir en paz. No haré ningún comentario.

El final de nuestro año 2021 también nos despide con la acumulación de tropas y material ruso en la frontera de Ucrania. Al parecer están dispuestos a atacar a Ucrania para que abandone sus ideas de pertenecer a la OTAN y a la UE, y nosotros, los filósofos europeos y los ahora “caganet” americanos, creo que no tenemos ninguna intención de discutir con Putin. El año 2022 nos mostrará de lo que son capaces unos y de lo que somos capaces otros, pero les adelanto que si no paramos a la “bestia rusa” y al “dragón chino” lo pagaremos muy caro. Ante esto, como idea inicial, los americanos se han replegado y han comenzado a firmar acuerdos con sus incondicionales, dejándonos a los europeos para que nos situemos a nuestro ritmo pero que, parece a simple vista, que no fiándose mucho de nosotros.

Diciembre también nos trajo la noticia del fin de la era Merkel. Esta política con carácter que ha comandado Europa, sin que nadie la nombrase ni le hiciese el encargo, se nos va. Todo el mundo tiene una inmejorable opinión de ella como política seria, trabajadora, responsable, etc. No seré yo el que niegue estos aspectos, pero si el que indique que, bajo mi particular opinión, ha sido un cáncer para el crecimiento de la UE, defendiendo primero las posiciones alemanas y sus mercados y después las de la Unión, y manteniendo una posición muy cercana a Rusia que no nos beneficia en nada, aunque si a su país.

Finalizado el año 2021 solo puedo desearles que el 2022 sea un poquito mejor, solo un poquito, y que muchos de los irresponsables que no se merecen sus puestos que los abandonen. Un fuerte abrazo.

Jorge Gómez

CEO en High Strategies Intelligence Consulting